jueves, 26 de abril de 2012

NO al Cáncer del narcotráfico.



El narcotráfico se ha expandido en los últimos diez años surgiéndose como una verdadera catástrofe en países latinoamericanos como: Colombia que por causa de su política social y económica llegó a convertirse a finales de los setenta en el mayor productor de cocaína en todo el mundo. Bolivia, Perú y México, no escapan de este cáncer que avanza sin descanso y actúa como un monstruo destructor de “Democracias Frágiles” y de Estados con políticas represivas cuyo propósito es derrotar a la violencia, la consecuencia más ruin de la historia, pues su paso sólo ha dejado muertes y vidas destruidas.

Para nuestro compatriota y Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, las políticas represivas no tienen futuro con el narcotráfico, pues para él los planes de ejecución se frustran en el camino mientras que la corrupción crece sin  detención alguna. El escritor coloca en el tablero una propuesta que ha generado polémica por su apoyo a la “Legalización y despenalización del consumo de drogas”  En contra de los “modelos fracasados” considerando a Venezuela y Cuba dentro de ellos; defiende su posición con justificaciones fantasiosas que vuelan y están muy lejos de la realidad existente hace más de una década en la mayoría de países latinos.

La delincuencia causó en México la horrorosa suma de 10.035 muertos, el consumo ilícito de drogas llevaron a algunas personas a cavar su propia tumba. No se puede pretender que la Legalización de la marihuana sea el pasaje de regreso a una sociedad en donde la violencia no sea el pan de cada día. La realidad se escapa del control de la seguridad ciudadana que existe hoy en nuestro país; su auge reside en los jóvenes adolescentes, esos que hoy arrasan en innumerables grupos de pandillas, jóvenes que a su corta edad  conocen perfectamente los movimientos de un burrier. La despenalización multiplicaría esta situación sin piedad, viviríamos con miedo pues lo único que se alcanzaría es ayudar a concluir los actos ilícitos del mundo del narcotráfico.


A juicio de Vargas Llosa el narcotráfico es “una industria muy poderosa” que puede llegar a pagar mejores salarios que el mismo Estado, que puede comprar policías, periodistas y ministros. Él considera que la despenalización de la cocaína atraería a los carteles por un beneficio propio, jactándose del servicio de funcionarios del Estado y ejecutivos de importantes corporaciones con el único fin de “defender  sus intereses” llegando a dar oportunidades laborales a profesionales, que se encuentran desempleados, en empresas “legales” Tal caso es fantasioso e irracional, no se puede convertir “lo ilegal” en una tolerancia indiferente a lo que lo legal implica. No podemos vivir a cuestas de quiénes utilizarían nuestros recursos; así sean cuantiosas ganancias sucias las que manejan a su poder.

Por otro lado el novel de literatura cree que mediante una cultura informativa se puede desintoxicar a la sociedad y a las víctimas de las ventas de estupefacientes. Sin embargo no todo es tan sencillo como se piensa, los resultados no serán mediatos menos aún cuando se trata de una cultura pobre en niveles de educación; la pregunta es ¿Cómo se logra llevar información sobre los riesgos y perjuicios que ocasionan las drogas cuando ya eres un consumidor frecuente? ¿Cómo cree que se puede llevar este tipo de orientación a jóvenes que viven en los Asentamientos Humanos más olvidados? Sería bueno que reflexionara un poco más sin alejarse de la realidad que existe en el Perú, pues no nos encontramos en Europa donde la cultura liberal entiende mejor, señor Mario Vargas Llosa.

En uno de sus últimos discursos el novel se manifiesta: “Como el problema de la droga es fundamentalmente económico, económica tiene también que ser su solución” La existencia de un mercado legal para la droga, no tendría el mismo efecto como en Chicago o Nueva York, realidades que son distantes a las nuestras, comenzando por la policía. Los criminales que viven de la venta de cocaína y marihuana, los también conocidos como “Los peces gordos” son lo suficientemente audaces para evitar que su red ilegal caiga “tan fácilmente” ¿Usted lo ha dicho señor Llosa, Se puede contrarrestar, pero con soluciones económicas. Cree que el sueldo de nuestros policías, la preparación básica y paupérrima… sea suficiente para la contribucición con la eliminación de esta plaga?

No existen niveles en cuanto a las consecuencias que dejan estos estupefacientes en las personas que los consumen; no existe un precio económico definido que simplifique al narcotráfico. Si bien los planes en las ejecuciones han costado cuantiosas sumas de dinero y estás no han liberado resultados esperanzadores; no podemos predecir que en lugar de invertir la lucha contra un mal, debamos bajar los brazos y reivindicarnos con el mismo infierno de destrucción y muerte.

Es cierto que todas las personas desde que tienen uso de razón son libres en actuar y decidir por sí mismas. Basta ser mayoría de edad en el Perú para tomar decisiones jurídicas y legales…para aceptar oportunidades y deshacerte de lo que te hace mal, de lo que no te lleva a ningún lado. No se puede pretender que “Con el consumo de drogas, no se hace daño al resto…sólo a ti,  y como eres libre puedes hacerlo sin que nadie salga perjudicado” La vida se jacta de vivir bien, de hacer lo que más nos apasiona; “la perdición y la rebeldía” oculta en el consumo de drogas, no conducen a resolver tus problemas, ni a levantarte de tu depresión. No porque el Estado actué en función a la protección  de tus derechos y tu vida, se estaría formando una Dictadura. No retrocedamos…el Cáncer del narcotráfico NO puede llevarse el futuro de nuestros sucesores.